Los detectores de calor de la serie 302 están diseñados para su uso en entornos normales, así como en entornos donde los detectores están sujetos a la intemperie, la humedad (condensación interna) y atmósferas explosivas. Son dispositivos normalmente abiertos diseñados para cerrar un circuito eléctrico tras la activación. Todos los modelos cuentan con compensación de velocidad y están disponibles con calificaciones de 135F (57.2C) o 194F (90C). Son auto restaurables, herméticamente sellados, resistentes a golpes y corrosión, y son a prueba de manipulaciones.